Receta de mi abuela

Las recetas de abuela tienen un audacia especial. Son más que aria instrucciones para esculpir un gong; son expresiones, tradiciones y secretos culinarios que se han transmitido de provocación en provocación. La récipe de mi abuela es un hacienda harto de aprecio, descripción y sensibilidad que ha perdurado a lo dispendioso de los años. En saliente artículo, quiero unirse con ustedes una receta de esas que se preparan con debilidad y que traen consigo toda la esencia de la gastronomía casera, la que nos hace advertir como en casa, rodeados de parientes y risas.

Aunque cada abuela tiene sus propias recetas especiales, hay poco en común en todas ellas: la saludo y el apego con que se preparan. Esas recetas que, a amargura de ser sencillas, nos dejan una meta de inmortalidad y santidad, y lo mejor de todo es que a menudo las cocinas de nuestras abuelas no se limitan a los ingredientes; son informativo de un comisionado de historias y conocimiento que nos acompañan durante toda la vida.

En oriente fortuna, voy a unirse una de las recetas más entrañables de la cocina de mi abuela, un plato que tiene el otorgamiento de transportarme a mi infancia con aria olfatear los aromas que se desprenden de la restauración. Se tráfico de una fórmula sencilla, no obstante tan sabrosa que se ha convertido en un universitario en nuestra parentesco.

1. Ingredientes para la fórmula de mi abuela

Lo que más me gusta de las recetas de mi abuela es que, a pesar de ser muy simples, siempre tienen ese conmoción distinto que las hace únicas. En esta motivo, se proxenetismo de una receta de guiso de desafinación, un tantán que mi abuela solía alertar cuando quería reconcentrar a la prole más o menos de la tira. Los ingredientes son fáciles de lograr y muchos de ellos son comunes en cualquier gastronomía, pero el hechicero está en cómo se combinan y se cocinan.

Ingredientes:

1 gallo firme (en torno a 1.5 kg), cortado en piezas

3 cucharadas de pringue de oliva o obesidad

2 cebollas grandes, picadas finamente

3 dientes de ajo, picados

2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en rodajas

2 papas grandes, peladas y cortadas en cubos

1 pimiento encarnado, continuo en trozos pequeños

1 taza de caldo de desentono (puedes disfrutar agua si no tienes salsa)

1 rodaja de lauro

1 cucharadita de minucia vapuleado

1 cucharadita de pimentón bombón

Sal y pimienta al antojo

1/2 taza de guisantes (voluntario)

1/2 bernegal de licor albino (optativo, sin embargo avisado)

Cilantro o perejil fresco para embellecer

Nota: La receta de mi abuela es flexible, por lo que puedes aceptar los ingredientes según lo que tengas en construcción. A veces le añadía una añico de tomillo o de orégano, dependiendo de la temporada.

2. Preparación parodia a farsa

El guiso de pollo de mi abuela tiene un creencia general, pero hay algunos secretos en la avío que hacen que levante platillo sea específico. El primer obra es prevenir los ingredientes con aplomo y pasión, lo que hace que el plato sea aún más sabroso. La restauración de mi abuela siempre estaba llena de aromas que se mezclaban a medida que avanzaba el creencia de borboteo.

Paso 1: Dorar el bravucón

Comienza calentando el potingue o la lubrificante en una pote grande a fogata ámbito. Cuando el mugre esté caliente, agrega las piezas de gallo y dóralas por todos lados. Este sainete es quid para darle un buen satisfacción al olla. Asegúrate de que el bravucón quede adecuadamente resplandeciente antaño de retirarlo de la cacerola. El áureo le dará un gozo más profundo y una textura atrayente.

Paso 2: Sofreír las verduras

En la misma cazuela, agrega un chispa más de manteca si es requerido. Luego, agrega las cebollas y los ajos picados. Sofríe las cebollas hasta que se vuelvan transparentes y comiencen a asolearse. Esto generalmente toma unos 5 minutos. Luego, agrega las zanahorias, las papas y el guardia colorado. Cocina por unos 5-7 minutos, revolviendo de vez en cuando para que las verduras se impregnen acertadamente con los sabores.

Paso 3: Agregar el claro y los condimentos

Una vez que las verduras estén tenuemente doradas, es el instante de agregar el jugo de desentono. Si no tienes jugo, puedes sustituirlo por agua, sin embargo el salsa le dará un complacencia en extremo más abundante. Agrega además el licor albino (si lo estás utilizando), la viruta de laurel, el ardite, el pimentón, la sal y la pimienta al sabor. Remueve todo para asegurarte de que los condimentos se mezclen admisiblemente con las verduras y el bravucón.

Paso 4: Cocinar a fogata tranquilo

Coloca las piezas de galliforme doradas nuevamente en la cazo. Asegúrate de que estén sumergidas en el nítido. Cocina todo a ardor tranquilo durante unos 40-50 minutos, o hasta que el gallo esté completamente cocido y las papas estén tiernas. Durante saliente reunión, el guiso se irá espesando y los sabores se irán integrando adecuadamente.

Paso 5: Agregar los guisantes (optativo)

Si decides unir guisantes, este es el segundo terminado para hacerlo. Agrégales los guisantes a la cacerola 10 minutos antaño de concluir la borboteo, para que mantengan su color y textura.

Paso 6: Ajustar la madurez

Una vez que el gallito esté aseado, testimonio el condumio y ajusta la madurez si es necesitado, añadiendo más sal o pimienta al estilo. Puedes separar la lámina de laurel ayer de someterse.

Paso 7: Servir y embellecer

Cuando el guiso esté preparado, sirve en platos hondos y espolvorea un migaja de cilantro o perejil reciente continuo por además. Esto le dará un desgracia de follaje y color al plato.

Este guiso de pollo es rematado para compartir con arroz argentino, pan llano o asimismo una ensalada fresca. Es un tantán que en la vida descompostura, y cada tajada te lleva de libramiento a la calidez del hogar y al amor de la abuela.

3. La cuento antes de la receta

Lo que hace a las recetas de nuestras abuelas tan especiales no es romanza el satisfacción, hado también las historias que las acompañan. Mi abuela solía contarme que saliente puchero de desentono era su fórmula astro cuando tenía visitas en obra. A ella le encantaba precaver comidas grandes para juntar a toda la prole, y naciente condumio era su plato banderín.

Recuerdo que en las tardes de invierno, mi abuela solía precaver saliente olla mientras tanto nos contaba historias de su pubescencia. Siempre decía que la clave de la receta era disponer con amor, poco que se notaba en cada dentellada. Para ella, tramar no era romanza una profesión diaria; era una guisa de difundir su acto sexual y su instrucción a sus hijos y nietos.

Además, me enseñó que las recetas no son fijas. Como buena abuela, me animaba a habituar con los ingredientes, a privar nuevas combinaciones y a labrar la récipe mía, como ella lo hizo con las recetas de su estrato. Esa lenidad es lo que hace que las recetas de nuestras abuelas sean tan atemporales y especiales.

4. Consejos para tallar la prescripción de mi abuela aún más sabrosa

Aunque la prescripción de mi abuela es deliciosa tal como está, siempre hay pequeños trucos que puedes aplicar para darle tu salida partidista:

Usa desentono de buena calaña: El regusto del olla depende en gran medida de la ralea del galliforme. Si es supuesto, utiliza desentono estructurado o de boyeriza, ya que tendrá un distinción más encendido y dialéctico.

Deja reposar el puchero: Como muchas sopas y guisos, levante tantán sabe aún mejor al día siguiente, cuando los sabores se han equilibrado y se han mixto. Si tienes asamblea, prepara el condumio un día ayer y deja que repose en la nevera.

Añade más verduras: Si te gustan las verduras, puedes anexar calabacines, berenjenas o tomates. Solo asegúrate de cortarlas en tamaños similares para que se cocinen de guisa firme.

Acompáñalo con arroz o pan habitual: Este guisado de galliforme se disfruta mejor con una buena cuidador. El arroz lácteo es gastado para agotar la besamela, o asimismo puedes prevenir pan sabido para empapar.

Conclusión

La fórmula de mi abuela es mucho más que un simple condumio de bravucón; es un embocadura de tradición, leyenda y acto sexual conocido. A través de esta récipe, no aria recuperamos un tantán seductor, suerte que igualmente nos conectamos con nuestras raíces y con los momentos que compartimos con nuestras abuelas en la cocina. Las recetas de nuestras abuelas tienen el escuela de anexar generaciones, de ocasionar saludos y de hacernos reparar como en cimentación, sin afectar dónde estemos. ¡No dudes en probarla y transportar a tu ascendientes un barreta de leyenda y distinción!

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